domingo, 21 de diciembre de 2008

Big Bad City

Cuando lo conoci en casa del Indio Solari en Ramos Mejía, el Negro Cañón todavía no era un pesado. Era un tipo agradable, y daba gusto escucharlo conversar. Tenía una mirada luminosa y chispeante, y el rostro de un niño inocente. Era alto y robusto, pero su apostura y su actitud ante la vida ocultaban cualquier rastro de su alta peligrosidad.

El Indio parecía apreciarlo mucho. Esa tarde me recomendó que le prestara atención, ya que Cañón era sin duda una voz interesante para Cerdos & Peces, y yo inmediatamente encendí el grabador.

En aquella época yo tenía muy en cuenta la opinión del Indio. Una noche no muy lejana a esa tarde, había ido a visitarlo con Andrea, que todavía era mi amorcito, y le comenté que lanzaría una nueva etapa de la revista asociado con Leonardo Sacco –editor de El Musiquero y Rock and Pop– , y que estaba buscando un jefe de Redacción. "Creo que tenés que darle una oportunidad a Andrea", me dijo el Indio Solari con la puntería de un campeón de tiro. Unas semanas después, Andrea, con el seudónimo de Vera Land, se convirtió en la mejor editora que conocí en toda mi trayectoria, y juntos atravesamos la etapa más experimental, talentosa y psicótica de la historia de la revista.De modo que siguiendo el consejo del Indio grabé extensas conversaciones con Cañón, aunque el material nunca sirvió para armar una historia. Era muy esquivo a narrar sus aventuras, evitando, como es lógico, quedar comprometido en el relato de alguna malandanza.

Igual nos hicimos amigos. El tipo vivía en La Plata, y vendía una de las mercas más ricas que recuerde. Era el proveedor habitual del Indio y muy pronto se convirtió en el de la revista. En el transcurso de algunas noches desesperadas, mandábamos en taxi hasta su casa de La Plata a algún colaborador, que regresaba casi al amanecer pero con las provisiones imprescindibles para hacer la revista.

Fueron apenas dos o tres meses de relación antes de que el Negro Cañón cayera preso. Era uno de esos hombres con gran brillo personal; algo difícil de encontrar en el resto de los seres que se te cruzan en el camino, casi siempre abrumados por el peso del Plan que los guía como el lazarillo a un ciego. Una de esas noches viajaron de expedición mi amigo Metro acompañado por Gaby Meyer, el hijo del difunto rabino Marshall Meyer, y cuando llegaron a la casona donde Cañón vivía con su mujer estaban esperándolos los malditos toxis de La Plata.

Los toxis venían siguiéndolo al Negro desde tiempo atrás, y lo tenían semiacorralado por varias escuchas telefónicas, de modo que cuando Gaby Meyer terminó confesando que efectivamente le compraba la merca a Cañón, éste fue en cana.

Para evitar que comprometieran a su mujer, Cañón confesó lo que había hecho y lo que no había hecho. Fue a la cárcel y desapareció de mi vida.

Ya dije que jamás visito a mis amigos cuando caen presos. Solari, en cambio, lo visitaba habitualmente. Recuerdo que cuando conocí a Andrea y quedé atrapado por la psicosis del amor, mi padre estaba internado en el Policlínico Bancario, y yo apenas lo visitaba. Cuando el Indio se enteró de que necesitaba sangre, sin avisarme se presentó en el Policlínico y donó su precioso líquido. Unos años después, cuando la famosa prostituta Ruth Kelly –la primera puta que intentó sindicalizar a las muchachas– fue internada en una residencia para ancianos en Ramos Mejía, fue a verla y le preguntó qué necesitaba. El Indio no sólo visitó a su amigo, sino que además se hizo cargo de sus hijos mientras cumplía la condena.

El Negro Cañón demostró en la cárcel ser un auténtico pesado, enfrentándose sin reparos a los dueños del pabellón. A poco de llegar dejó bien claro quién era quién, formó su propia ranchada y se dedicó a proteger a los bolitas que caían por cocaína.

Transcurrieron casi tres años hasta que volví a verlo. Yo era columnista del diario Sur, y estaba por iniciar el tercer período –el más exitoso– de Cerdos&Peces. El Negro fue a verme al diario, y de inmediato se enamoró de una de las fotógrafas. Había salido en libertad condicional, y debía resentarse en el juzgado tres meses después. No se presentó nunca, cambió de nombre y desapareció en el anonimato de la ciudad. Durante ese período fuimos amigos, y jugándose la libertad condicional Cañón me acompañaba en mis aventuras nocturnas sin medir los riesgos de caer en alguna redada.

El suceso que me hermanó proverbialmente con el Negro Cañón y me hizo contraer con él una deuda difícil de pagar, sucedió en el famoso recital de los Redonditos de Ricota en el estadio Atenas de La Plata. Casi todos mis amigos y amantes decidieron viajar a La Plata para asistir al recital: Tom Lupo, el Negro Cañón, Ricardo Rangendorfer, "el chico de la moto" como llamábamos a Daniel –otro joven y hermoso pistolerito que era un experto en el uso del sable samurái–, Oscar –el abogado de los pistoleros–, Vera Land, Camila –la desopilante y extraordinaria novia de Tom Lupo de aquellos tiempos–, Marcelita –mi novia de aquel año–, Mariana y Carmiña –dos preciosidades platenses con las que venía coqueteando–, y por supuesto todos los muchachos de la banda de Lo Negro, que todavía eran los iluminadores de los Redondos.

Ensoberbecido por la impunidad de la que gozaba en la Capital, asistí al recital portando dos petacas de whisky y veinte papeles de cocaína que pensaba vender entre los amigos finalizado el recital. En aquellos tiempos, la única forma de tomar buena cocaína sin arruinarse era revender por el total del dinero invertido la mitad de lo comprado en la villa o al dealer de turno, y consumir gratis el resto. A veces el que me la compraba repetía la operación, y así el material que llegaba al último consumidor rara vez tenía más de un 25 por ciento de cocaína, o en el papel no había más que la mitad del gramo ofertado.

Yo era también adicto a la ciudad de La Plata, y junto con Batato Barea nos constituimos en los expedicionarios más avezados en los misterios de esa ciudad increíble, que tiene pasadizos intrincados y laberínticos por donde uno desaparece de la vida normal, y como en un cuento de Las mil y una noches reaparece en otra manifestación de sí mismo junto a personas desconocidas que se hacen entrañables al cabo de unas horas. Algunas de las aventuras que viví en esa ciudad fueron la demostración más convincente de la posibilidad de un modo de vida que podría denominarse humano. El resto del tiempo es sólo el penoso transcurrir de las rutinas de unos mandriles convertidos en ganado.

Pero yo sabía también que la policía de la provincia de Buenos Aires, y muy especialmente la de La Plata, estaba integrada por tipos de avería, verdaderos delincuentes uniformados, tal como se haría público y evidente unos años más tarde. Sin embargo, luego de ingresar en el estadio y ubicarme estratégicamente cerca de la cabina de sonido, me descuidé increíblemente. Gran parte de la responsabilidad de ese descuido la tuvo el hijo de la Negra Poly, a quien vi charlando con los policías y luego se aproximó para decirme: "Está todo bien, el lugar está liberado", dejando entrever que la policía no iba a joderme. Entonces le regalé un papel, y de inmediato me cayeron encima media docena de polis que me rodearon como hacen las obreras con la abeja reina, y me dijeron que me considerara detenido. Envalentonado todavía por mi experiencia con los canas capitalinos, di un par de gritos y me negué a la requisa. En ese momento de pura adrenalina sentí la presión del cuerpo del Negro Cañón detrás de mí, y su voz que me susurraba: "Pasame los papeles".

Fue un acto inolvidable. Ese acto jamás morirá.

Sólo en el campo legendario alguien puede arriesgar tanto para salvaguardar a un amigo. Cañón estaba en libertad condicional, y no podía darse el lujo de ser requisado. Si resultaba mal, le darían con seguridad ocho o nueve años de tumba. Sin embargo, allí estaba su mano en la oscuridad de la noche, apretándose contra mi cadera. En un acto descabellado de audacia le pasé los papelillos, y Cañón desapareció entre la multitud.

Tuvimos suerte. En ese momento se desató el pandemonio en el estadio. La policía empezó a tirar gases y la multitud entró en pánico. Los músicos huyeron del escenario, con excepción de Skay, quien sin prestar atención a los gases lacrimógenos, empezó a tocar un solo de guitarra tipo Hendrix, digno de ser registrado. Yo traté de aprovechar la debacle para desaparecer, pero los canas me siguieron de un lado a otro sin soltar prenda. La intención era detenerme cuando saliera del estadio. Entonces le pedí a Tom Lupo que llamara a un amigo que tenía cierto poder en el ámbito cultural de la ciudad, y me oculté en el camarín junto a Patán, quien se agarró a las trompadas con un cana de seguridad. Nunca lo había visto en acción. Fue una verdadera máquina de pegar piñas hasta que el cana pidió tregua. Finalmente, el Chico de la Moto me dijo: "Subite". Y a los pedos, pegando un acelere hasta los noventa kilómetros por hora, salimos del estadio y aterrizamos en un baldío a pocas cuadras. [...]

Fueron dos horas de vértigo y terror. Terminado el caos, nos fuimos reencontrando, y nos dimos cita en una casa que ofrecía el Negro Cañón en el centro de la ciudad. Marcelita había logrado rescatar una cámara de video que yo había dejado en depósito junto a los bártulos de la iluminación y ya daba por perdida. Vera y Camila habían llegado tarde, de modo que se salvaron de la despiadada represión y fueron directamente a la fiesta organizada por Cañón. Fue una cita de espectros. Todavía conservo en alguna valija el casete que grabé esa noche con la cámara de video. Hace un par de años volví a pasarlo. Estamos todos los personajes mencionados sentados a lo largo de una gran mesa. Todos hasta el culo de cocaína. Fue nuestra última velada como amigos. Algunas cínicas conversaciones que tuve con Solari esa noche me dieron a entender que el vínculo entre la banda y la revista se daba por terminado. En el video se lo ve al Indio con la mirada apagada. A Patán deambulando como un fantasma. A Vera y Camila riendo en los rincones. También aparece Virginia, la novia eterna del Indio, una muchachita encantadora con la que sostenía una amistad sincera antes de la ruptura.

Fue la penúltima vez que vi al Indio. La última sería en el Bar Británico, en medio de otra noche aciaga. [...]

Un par de años después, cuando la revista había cerrado y yo estaba atravesando uno de los períodos más negros, como si un rayo invisible e insonoro me hubiera incendiado la mente, le mejicanié a un español de paso por Buenos Aires el equivalente a un kilo de cocaína y le confié el dinero al Negro. "Te doy el dinero, vendemos merca y somos socios", le dije, y me desentendí del asunto. En esos negocios la palabra es la única garantía.

Sin el menor escrúpulo, Cañón me robó el dinero; y allí se inició una serie interminable de depredaciones a amigos y conocidos. En mi caso, se arrogó el derecho de estafarme por esa deuda contraída en La Plata.

Con el tiempo, a pesar de la "deuda infinita", empecé a sentir hacia él una profunda aversión. Comprendí que su despliegue de gallardía, la energía que inyectaba a las conversaciones y los encuentros, y su aparente adaptación a los demás, respondían en realidad a un plan tan simple y repugnante como inaceptable. Aparentemente el tipo vivía en la pobreza, pero utilizaba cada peso que saqueaba a su entorno para comprar propiedades que iba acumulando y poniéndolas a nombre de sus numerosos hijos.

El Negro Cañón se fue transformando así en un psicópata, capaz de seducir a una mujer y enamorarla con tal de conseguir su firma en una solicitud de crédito. Un ser tan mezquino que al evocarlo no puedo dejar de sentir un escalofrío de desencanto: el del mundo que transforma los palacios en pocilgas.

Por Enrique Symns

martes, 28 de octubre de 2008

Demian

"Intentaba solamente vivir lo que tendía a brotar espontáneamente de mi interior. ¿Por qué habría de serme tan difícil?"

DEMIAN


Como casi todos los padres, tampoco los míos colaboraron en el despertarde los instintos vitales, de los que nunca se hablaba. Sólo colaboraban con un cuidadoinfatigable en mis esfuerzos desesperados por negar la realidad y seguir viviendo en unmundo infantil, que cada día era más irreal y más falso. No sé si los padres puedenhacer mucho en estos casos, y no hago a los míos ningún reproche. Acabar con miproblema y encontrar mi camino era sólo cosa mía; y yo no actué bien, como la mayoríade los bien educados.

Todos los hombres pasan por estas dificultades. Para el hombre medio es éste elpunto en que las exigencias de su propia vida entran en colisión dramática con lascircunstancias, el punto en que tiene que luchar más duramente por alcanzar el caminoque conduce hacia adelante. Muchos viven tal morir y renacer, que es nuestro destino,sólo en ese momento de su vida en que el mundo infantil se resquebraja y se derrumbalentamente, cuando todo lo que amamos nos abandona y, de pronto, sentimos lasoledad y la frialdad mortal del universo que nos rodea. Muchos se estrellan parasiempre en este escollo y permanecen toda su vida apegados dolorosamente a unpasado irrecuperable, al sueño del paraíso perdido, que es el peor y más nefasto detodos los sueños.

jueves, 25 de septiembre de 2008

El equilibrio del mundo - Zambayonny




Porque no puedo, porque no puedo ni hablar
Soy un torero con menos huevos que un flan
Cuando preguntan por vos, cuando te nombra otra voz
Cuando te veo pasar, cuando te vuelvo a pensar
Cuando te sueño de frente y se siente a la muerte gritar

Vos sos la vida, yo soy la muerte de una golondrina
Vos sos la ruta, yo soy una garita con dos putas sin dormir

Vos sos la risa, yo soy un pelotudo en la cornisa
Vos sos el cielo, yo soy un barrilete al que soltaron el piolin

Porque no puedo, porque no puedo ni hablar
Soy un cangrejo puto, viejo y para atrás
Cuando llamas porque sí y te empezas a reír
Contando cosas nomas te me invitas a cenar
mi corazon se me sale de putas para festejar

Vos sos la playa, yo soy el gordo que perdio la malla
Vos sos la tierra, yo soy como un avion que se hace mierda contra vos

Vos sos el agua, yo soy un salamin en el desierto
Vos sos el centro, yo la villa miseria mas al sur que se inundo

Porque no puedo, no puedo ni contestar
Soy un sojero que no aprendio a cosechar
Me pruebo ropa al reves
Soy Julia Roberts en Mujer Bonita
pero por menos guita

Vos sos la gloria, yo soy un club que entro en convocatoria
Vos sos el brillo, yo soy el calzoncillo agujereado de una violacion

Vos sos la fama, yo soy una promesa fracasada
Vos sos vanguardia, yo soy la taquicardia en una guardia de Morón

Porque no puedo, porque no puedo escribir
Soy como Piero cuando volvio de Madrid
Cuando te veo cruzar las piernas de la ciudad
En ese escote perdí lo que quedaba de mi
La redondez de la tierra esta en guerra contra tu perfil

Vos sos progreso, yo soy un coche viejo en la banquina
Vos sos florida, yo soy un empedrado que termina en un zanjon

Vos sos el eje, yo soy la primer mina que se deje
Vos sos el alma, yo soy una guirnalda de un festejo que paso

Porque no puedo, no puedo hacerme rogar
Soy como Walker haciendo dedo en Bagdad
Yo se que te aprovechas porque te gusta pensar
que todo es parte de un plan que nunca puede fallar
El equilibrio del mundo depende de cada pavada

Vos sos victoria, yo soy el perro corre zanahorias
Vos sos el premio, yo la medalla puta de ese premio que tiras

Vos sos remedio, yo soy la concesion del cementerio
Vos sos belleza, yo soy una traviesa que jugó de centrojás.

Vos sos el rumbo, yo soy un vagabundo sin destino
Vos sos abrigo, y yo el mendigo que muere de frío en tu portal

Vos sos la gracia, yo soy la mueca de las eutanasias
Vos sos certeza, yo soy una promesa de borracho en navidad

miércoles, 17 de septiembre de 2008

La vida exagerada de Martin Romaña

Inés era una persona muy profunda. Era terca como una mula pero tenia la milagrosa cualidad de oír hasta cuando ensordecía, un poquito a la larga eso sí, pero es cierto que oída a la larga hasta cuando no le convenía. Y era , otra vez, tan profunda, que sin ella nunca se sabría cuantas procesiones iban por dentro.

En fin, no sé que aparato se metió en la sordera aquella mañana, pero lo cierto es que aceptó mi propuesta: ella, yo y Karl Marx en la camota. Lo malo es que con el tiempo este orden se alteró, y yo pasé a tercer lugar, ella al segundo, y Karl al primero. Con tendencia a apropiarse de toda la camota, además.

Una mañana, incluso, el muy aguafiestas del alemán me dijo que me dejara ya de hablar tanto de mi costa, que no había nada tan fácil y tan falsamente sobrecogedor como dormir en un costa, cuando se había estado acostumbrado a dormir en sábanas de oro.

Mi miseria era falsa, mi miseria me la había inventado yo. Bastaría con que se volviese verdadera un día para que mi mamacita mandase un avión hasta la puerta del cuartito, de las orejas regresaría al redil. Ovejita negra. No merecía ni siquiera el nombre de oveja negra. Ovejita y punto.



Lo dijo Bryce Echenique en La vida exagerada de Martin Romaña, pero yo lo pensé mucho antes...

domingo, 14 de septiembre de 2008

Trainspotting


Choose Life. Choose a job. Choose a career. Choose a family. Choose a fucking big television, choose washing machines, cars, compact disc players and electrical tin openers. Choose good health, low cholesterol, and dental insurance. Choose fixed interest mortgage repayments. Choose a starter home. Choose your friends. Choose leisurewear and matching luggage. Choose a three-piece suite on hire purchase in a range of fucking fabrics. Choose DIY and wondering who the fuck you are on Sunday morning. Choose sitting on that couch watching mind-numbing, spirit-crushing game shows, stuffing fucking junk food into your mouth. Choose rotting away at the end of it all, pissing your last in a miserable home, nothing more than an embarrassment to the selfish, fucked up brats you spawned to replace yourselves. Choose your future. Choose life... But why would I want to do a thing like that? I chose not to choose life. I chose somethin' else. And the reasons? There are no reasons. Who needs reasons when you've got heroin?


Esta es LA película

martes, 9 de septiembre de 2008

Pequeño salto mortal


Dame de comer
dame bebidas, tengo sed.
Dame problemas quiero sentir el viento en las velas.
Dame tu poder
que tengo tiempo que perder.
Y si quieres úsame de pasatiempo.
Mi pequeño salto mortal, no me dejes atrás
mi pequeño salto mortal, no me dejes atrás.
Dame de comer
dame bebida, tengo sed
y un plato entero
del mejor asado con cuero.
Una y otra vez voy a seguir siguiéndote y si quieres úsame de pavimento.
Mi pequeño salto mortal, no me dejes atrás
mi pequeño salto mortal, no me dejes atrás.
Voy a pedir! Voy a ladrar! Quiero ser tu perro guardián.
(Sólo quiero ser) Tu prisionero.
Voy a seguir, siguiéndote. Hasta ver el amanecer.
Voy a cortar tu pelo (Con un escalpelo) mi salto mortal.

Lo dicen y lo cantan Los Rodriguez

viernes, 5 de septiembre de 2008

Mil Quilates Marea



Menos azul y más negrura al agua pura sin color,
la polla dura congelada el arcón,
no quiero besos cuando empiece el tiroteo,
que el rechinar de los muelles de somieres cuando
quieren galopar,
es soneto y melodía y poesía de verdad,
y no tonterías del viento,

dame marrón y llévate blancos de nieve y de encalar
le saco brilla a mi gatillo de danzar
y las caricias se las guardas a tus muertos
que no sabrán si verdean los cipreses o se oscurece el
coral,
si enrojecerán los meses de quererse levantar,
del rosa de los putos cuentos,

son camaleones vestidos de oveja
los ojos traidores que enredan madejas
robando colores de los corazones de los que se dejan
pero del nuestro no,
que late tranquilo sabiendo que salen
detrás de sus hojas cientos de alacranes
que cuidan de que esté siempre en flor,

mojo en el gris que es más añejo y nunca pedirá perdón,
que el cobre viejo me deslumbra más que el sol,
de tan raídos los vestidos que se pone,
y a destilar con los puños de alambique los tabiques
de este mar
y quedarme con la esencia, que es paciencia para andar
saliendo humo de los cojones,
son camaleones vestidos de oveja
los ojos traidores que enredan madejas
robando colores de los corazones de los que se dejan
pero del nuestro no,
que late tranquilo sabiendo que salen
detrás de sus hojas cientos de alacranes
que cuidan de que esté siempre en flor

si despertar son mil quilates de gloria bendita,
mejor soñarme remendando velas marchitas,
que ya estoy harto de remar, compañera soledad,
de tu puerta hasta la mía.

Esto es lo que dice Marea

jueves, 4 de septiembre de 2008

¡Molto Piu Avanti Ancora!

El mundo miserable es un estrado
donde todo es estólido y fingido,
donde cada anfitrión guarda escondido
su verdadero ser, tras el tocado:


No digas tu verdad ni al mas amado,
no demuestres temor ni al mas temido,
no creas que jamás te hayan querido
por mas besos de amor que te hayan dado.


Mira como la nieve se deslíe
sin que apostrofe al sol su labio yerto,
cómo ansia las nubes el desierto
sin que a ninguno su ansiedad confíe...


¡Trema como el infierno, pero ríe!
¡Vive la vida plena, pero muerto!

de Pedro Bonifacio Palacios que sólo escribe canciones después de muerto,
también conocido cono Almafuerte.

miércoles, 27 de agosto de 2008

La naranja mecánica


¿Y ahora qué pasa, eh?

Estábamos yo, Alex, y mis tres drugos, Pete, Georgie y el Lerdo, que realmente era lerdo, sentados en el bar lácteo Korova, exprimiéndonos los rasudoques y decidiendo qué podríamos hacer esa noche, en un invierno oscuro, helado y bastardo aunque seco. El bar lácteo Korova era un mesto donde servían leche-plus, y quizás ustedes, oh hermanos míos, han olvidado cómo eran esos mestos, pues las cosas cambian tan scorro en estos días, y todos olvidan tan rápido, aparte de qu tampoco se leen mucho los diarios. Bueno, allí vendían leche con algo más. No tenían permiso para vender alcohol, pero en ese tiempo no había ninguna ley que prohibiese las nuevas vesches que acostumbraban meter en el viejo moloco, de modo que se podía pitearlo con velocet o synthemesc o drencrom o una o dos veschesmás que te daban unos buenos, tranquilos y joroschós quince minutos admirando a Bogo y el Coro Celestial de Angeles y Santos en el zapato izquierdo, mientras las luces te estallaban en el mosco. O podías pitear leche con cuchillos como decíamos, que te avivaba y preparaba para una piojosa una-menos-veinte, y eso era lo que estábamos piteando la noche que empieza mi historia.
Teníamos los bolsillos llenos de dengo, de modo que no había verdadera necesidad de crastar un poco más, de tolchocar a algún anciano chelovecoen un callejón, y videarlo nadando en sangre mientras contábamos el botín y lo dividíamos por cuatro, ni de hacernos los ultraviolentos con alguna ptitsa tembleque, starria y canosa en una tienda, y salir smecando con las tripas de la caja. Pero como se dice, el dinero no es todo en la vida.

Los cuatro estábamos vestidos a la última moda, que en esos tiempos era un par de pantalones de malla negra muy ajustada, y el viejo molde de la jalea, como le decíamos entonces, bien apretado a la entrepierna, bajo la nalga, cosa de protegerlo, y además con una especie de dibujo que se podía videar bastante bien si le daba cierta luz; el mío era una araña, Pete tenía una ruca (es decir, una mano), Georgie una flor muy vistosa y el pobre y viejo Lerdo una cosa bastante fiera con un litso (quiero decir, una cara) de payaso, porque el Lerdo no tenía mucha idea de las cosas y era sin la más mínima duda el más obtuso de los cuatro. Además, llevábamos chaquetas cortas y ajustadas a la cintura, sin solapas, con esos hombros muy abultados (les decíamos plechos) que eran una especie de parodia de los verdaderos hombros anchos. Además, hermanos míos, usábamos esas corbatas de un blanco sucio que parecían de puré o cartófilos aplastados, como si les hubieran hecho una especie de dibujo con el tenedor. Llevábamos el pelo no demasiado largo, y calzábamos botas joroschós para patear.

-¿Y ahora qué pasa, eh?

Había tres débochcas juntas frente al mostrador, pero nosotros éramos cuatro málchicos
, y en general aplicábamos lo de uno para todos y todos para uno. Las pollitas también estaban vestidas a la última moda, con pelucas púrpuras, verdes y anaranjadas en las golovás, y calculo que cada una les habría costado por lo menos tres o cuatro semanas de salario, y un maquillaje haciendo juego (arcoiris alrededor de los glasos y la rota pintada muy ancha). Llevaban vestidos largos y negros muy derechos, y en la parte de los grudos pequeñas insignias plateadas con los nombres de distintos málchicos. Joe, Mike y otros por el estilo. Seguramente los nombres de los diferentes
málchicos con los que se habían toqueteado antes de los catorce. Miraban para nuestro lado, y estuve a punto de decir (por supuesto, torciendo la rota) que saliéramos a polear un poco, dejando
solo al pobre y viejo Lerdo. Sería suficiente cuperarle un demi-Iitre de blanco, aunque esta
vez con algo de synthemesco; pero la verdad es que no habría sido juego limpio. El Lerdo era muy fiero y tal cual su nombre, pero un peleador de la gran siete, de veras joroschó y un as de la bota.

-¿Y ahora qué pasa, eh?


Lo escribió Burguess, y si no se entiende es por el Nadsat

lunes, 25 de agosto de 2008

Factotum





-Estás casado, Manny?
- No.
- Mujeres?
- A veces.
- Pero nunca dura.
- Cuál es el problema?
-Una mujer es como un trabajo
de jornada completa.
- Hay que dar salida a las emociones.
- Y al cuerpo.
-Quieren follar día y noche.
-Bueno. Escoge a una con la que te guste follar.
-Si bebes o juegas
creen que no las quieres.
-Busca una a quien le guste beber, jugar y follar.
-Quién quiere una mujer así?

Factotum, es la película

viernes, 22 de agosto de 2008

El moscardón




Un pequeño kamikaze
golpea la ventana tratando de entrar.
Posiblemente el frío matinal
lo despertó de la juerga calurosa
de la noche -nosotros mismos
tuvimos que cerrar las ventanas
y correr a taparnos por el temporal-
y ahora (un poco más punk
que el albatros de Baudelaire)
renuncia, aturdido,
a su inasible elegancia.

Fabián Casas

Romance de la Guardia Civil Española


Los caballos negros son.
Las herraduras son negras.
Sobre las capas relucen
manchas de tinta y de cera.
Tienen, por eso no lloran,
de plomo las calaveras.
Con el alma de charol
vienen por la carretera.
Jorobados y nocturnos,
por donde animan ordenan
silencios de goma oscura
y miedos de fina arena.
Pasan, si quieren pasar,
y ocultan en la cabeza
una vaga astronomía
de pistolas inconcretas.

¡Oh ciudad de los gitanos!
En las esquinas banderas.
La luna y la calabaza
con las guindas en conserva.
¡Oh ciudad de los gitanos!
¿Quién te vió y no te recuerda?
Ciudad de dolor y almizcle,
con las torres de canela.

Cuando llegaba la noche,
noche que noche nochera,
los gitanos en sus fraguas
forjaban soles y flechas.
Un caballo malherido,
llamaba a todas las puertas.
Gallos de vidrio cantaban
por Jerez de la Frontera.
El viento, vuelve desnudo
la esquina de la sorpresa,
en la noche platinoche
noche, que noche nochera.

La Virgen y San José
perdieron sus castañuelas,
y buscan a los gitanos
para ver si las encuentran.
La Virgen viene vestida
con un traje de alcaldesa,
de papel de chocolate
con los collares de almendras.
San José mueve los brazos
bajo una capa de seda.
Detrás va Pedro Domecq
con tres sultanes de Persia.
La media luna, soñaba
un éxtasis de cigüeña.
Estandartes y faroles
invaden las azoteas.
Por los espejos sollozan
bailarinas sin caderas.
Agua y sombra, sombra y agua
por Jerez de la Frontera.

¡Oh ciudad de los gitanos!
En las esquinas banderas.
Apaga tus verdes luces
que viene la benemérita.
¡Oh ciudad de los gitanos!
¿Quién te vio y no te recuerda?
Dejadla lejos del mar,
sin peines para sus crenchas.

Avanzan de dos en fondo
a la ciudad de la fiesta.
Un rumor de siemprevivas
invade las cartucheras.
Avanzan de dos en fondo.
Doble nocturno de tela.
El cielo, se les antoja,
una vitrina de espuelas.

La ciudad libre de miedo,
multiplicaba sus puertas.
Cuarenta guardias civiles
entran a saco por ellas.
Los relojes se pararon,
y el coñac de las botellas
se disfrazó de noviembre
para no infundir sospechas.
Un vuelo de gritos largos
se levantó en las veletas.
Los sables cortan las brisas
que los cascos atropellan.
Por las calles de penumbra
huyen las gitanas viejas
con los caballos dormidos
y las orzas de monedas.
Por las calles empinadas
suben las capas siniestras,
dejando detrás fugaces
remolinos de tijeras.
En el portal de Belén
los gitanos se congregan.
San José, lleno de heridas,
amortaja a una doncella.
Tercos fusiles agudos
por toda la noche suenan.
La Virgen cura a los niños
con salivilla de estrella.
Pero la Guardia Civil
avanza sembrando hogueras,
donde joven y desnuda
la imaginación se quema.
Rosa la de los Camborios,
gime sentada en su puerta
con sus dos pechos cortados
puestos en una bandeja.
Y otras muchachas corrían
perseguidas por sus trenzas,
en un aire donde estallan
rosas de pólvora negra.
Cuando todos los tejados
eran surcos en la tierra,
el alba meció sus hombros
en largo perfil de piedra.

¡Oh, ciudad de los gitanos!
La Guardia Civil se aleja
por un túnel de silencio
mientras las llamas te cercan.

¡Oh, ciudad de los gitanos!
¿Quién te vio y no te recuerda?
Que te busquen en mi frente.
juego de luna y arena.

jueves, 21 de agosto de 2008

Frases: Homero Simpson II



Mire, lo único peligroso seria que nos envíen a ese terrible planeta de los simios... un momento...estatua de la libertad? ...era nuestro planeta ... lo arruinaste todoooo..malditos sean malditos sean todos!!

Homero Simpson

miércoles, 20 de agosto de 2008

Dinosauria, We




Born like this
Into this
As the chalk faces smile
As Mrs. Death laughs
As the elevators break
As political landscapes dissolve
As the supermarket bag boy holds a college degree
As the oily fish spit out their oily prey
As the sun is masked
We are
Born like this
Into this
Into these carefully mad wars
Into the sight of broken factory windows of emptiness
Into bars where people no longer speak to each other
Into fist fights that end as shootings and knifings
Born into this
Into hospitals which are so expensive that it’s cheaper to die
Into lawyers who charge so much it’s cheaper to plead guilty
Into a country where the jails are full and the madhouses closed
Into a place where the masses elevate fools into rich heroes
Born into this
Walking and living through this
Dying because of this
Muted because of this
Castrated
Debauched
Disinherited
Because of this
Fooled by this
Used by this
Pissed on by this
Made crazy and sick by this
Made violent
Made inhuman
By this
The heart is blackened
The fingers reach for the throat
The gun
The knife
The bomb
The fingers reach toward an unresponsive god
The fingers reach for the bottle
The pill
The powder
We are born into this sorrowful deadliness
We are born into a government 60 years in debt
That soon will be unable to even pay the interest on that debt
And the banks will burn
Money will be useless
There will be open and unpunished murder in the streets
It will be guns and roving mobs
Land will be useless
Food will become a diminishing return
Nuclear power will be taken over by the many
Explosions will continually shake the earth
Radiated robot men will stalk each other
The rich and the chosen will watch from space platforms
Dante’s Inferno will be made to look like a children’s playground
The sun will not be seen and it will always be night
Trees will die
All vegetation will die
Radiated men will eat the flesh of radiated men
The sea will be poisoned
The lakes and rivers will vanish
Rain will be the new gold
The rotting bodies of men and animals will stink in the dark wind
The last few survivors will be overtaken by new and hideous diseases
And the space platforms will be destroyed by attrition
The petering out of supplies
The natural effect of general decay
And there will be the most beautiful silence never heard
Born out of that.
The sun still hidden there
Awaiting the next chapter.


Nacidos así
para esto
sonríen las caras dibujadas con tiza
se ríe la Sra. Muerte
los ascensores se averían
los escenarios políticos se disuelven
el mozo del supermercado recibe un título universitario
los peces oleosos escupen sus oleosas presas
el sol se esconde tras una máscara

nacemos
así
para esto
para estas guerras cuidadosamente insensatas
para contemplar las ventanas rotas de la fábrica de la vaciedad
para los bares donde la gente ya no se habla
para las peleas a puñetazos que acaban en tiroteos y cuchilladas

nacidos para esto
para hospitales tan caros que resulta más barato morirse
para abogados que cobran tanto que resulta más barato declararse culpable
para un país donde las cárceles están llenas y los manicomios cerrados
para un lugar donde las masas elevan a los imbéciles a la categoría de heroes y millonarios

nacidos para esto
andando y viviendo en esto
muriendo por esto
enmudecidos por esto
castrados
viciosos
desheredados
por esto

engañados por esto
usados por esto
meados por esto
enloquecidos y enfermados por esto
convertidos en violentos
en inhumanos
por esto

el corazón se ennegrece
los dedos se dirigen al cuello
al arma
al cuchillo
a la bomba
los dedos imploran a un dios que no responde

los dedos se dirigen a la botella
a la pastilla
al polvo

nacemos a esta lastimosa devastación
nacemos bajo un gobierno que lleva endeudado 60 años
y que pronto no podrá ni siquiera pagar el interés de esa deuda
y los bancos arderán
el dinero no servirá para nada
se producirán asesinatos por la calle, a la vista de todos, que quedarán impunes
habrá armas y revueltas por todas partes
la tierra no servirá para nada
disminuirá la producción de alimentos
el control del poder nuclear estará en muchas manos
las explosiones sacudirán sin cesar la Tierra
hombres robot afectados por las radiaciones se acecharán unos a otros
los ricos y los elegidos lo observarán todo desde plataformas espaciales
el Infierno de Dante parecerá un juego de niños comparado con esto

no se verá el sol y siempre será de noche
los árboles se morirán
desaparecerá la vegetación
hombres afectados por las radiaciones devorarán la carne de otros hombres afectados por las radiaciones

el mar estará contaminado
los lagos y rios se volatilizarán
la lluvia será el nuevo oro

un viento oscuro esparcirá el hedor de los cuerpos putrefactos de hombres y animales

nuevas y horribles enfermedades asediarán a los últimos y escasos supervivientes
y las plataformas espaciales desaparecerán por consunción
por el agotamiento de las provisiones

por efecto de la decadencia general
y entonces reinará el silencio más hermoso que
se haya oído nunca
con el sol todavía oculto
a la espera del siguiente capítulo

Oveja negra


Érase un país donde todos eran ladrones. Por la noche cada uno de los habitantes salía con una ganzúa y una linterna para ir a saquear la casa de un vecino. Al regresar al alba, cargado, encontraba su casa desvalijada.
Y todos vivían en concordia y sin daño, porque uno robaba al otro y éste a otro y así sucesivamente, hasta llegar al último que robaba al primero.
En aquel país el comercio solo se practicaba en forma de embrollo, tanto por parte del que vendía como del que compraba.
El Gobierno era una asociación creada para delinquir en perjuicio de los súbditos y, por su lado, los súbditos sólo pensaban en defraudar al gobierno.
La vida transcurría sin tropiezo, y no había ricos ni pobres. Pero he aquí que no se sabe cómo, apareció en el país un hombre honrado. Por la noche, en vez de salir con la bolsa y la linterna se quedaba en casa y leía novelas.
Llegaban los ladrones, veían la luz encendida y no subían.
Esto duró un tiempo, después hubo que darle a entender que si el quería vivir sin hacer nada, no era una buena razón para no dejar hacer a los demás. Cada noche que pasaba en casa era una familia que no comía al día siguiente.
Frente a estas razones el hombre honrado no podía oponerse. También él empezó a salir por las noches para regresar al alba, pero no iba a robar. Era honrado, no había nada que hacer. Iba hasta el puente y se quedaba allí, miraba pasar el agua. Volvía a casa y la encontraba saqueada.
En menos de una semana el hombre honrado se encontró sin un centavo, sin tener que comer, con la casa vacía. Pero hasta aquí no había nada que decir, porque era culpa suya; lo malo era que de ese modo suyo de proceder nacía un gran desorden. Porque él se dejaba robar todo y entretanto no robaba a nadie.
De modo que siempre había alguien que al regresar al alba encontraba su casa intacta: la casa que él hubiera debido desvalijar. El hecho es que al cabo de un tiempo los que no eran robados llegaron a ser más ricos que los otros y no quisieron seguir robando.
Y por otro lado, los que iban a robar la casa del hombre honrado la encontraban siempre vacía. De modo que se volvían pobres.
Los que se habían vuelto ricos se acostumbraron a ir también al puente por la noche, a ver correr el agua. Esto aumentó la confusión, porque hubo muchos otros que se hicieron ricos y muchos otros que se hicieron pobres. Pero los ricos vieron que yendo de noche al puente, al cabo de un tiempo, se volvían pobres y pensaron: "paguemos a los pobres para que vayan a robar por nuestra cuenta".
Se firmaron contratos, se establecieron los salarios, los porcentajes. Naturalmente, siempre eran ladrones y trataban de engañarse unos a otros. Pero como suele suceder, los ricos se hacían cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres.
Había ricos tan ricos que ya no tenían necesidad de robar o de hacer robar para seguir siendo ricos. Pero si dejaban de robar se volvían pobres, porque los pobres les robaban.
Entonces pagaron a los más pobres de los pobres para defender de los otros pobres sus propias casas, y así fue como instituyeron la policía y construyeron las cárceles.
De esta manera, pocos años después del advenimiento del hombre honrado, ya no se hablaba de robar o de ser robados, sino sólo de ricos o de pobres; y, sin embargo, todos seguían siendo ladrones.
Honrado sólo había sido aquel fulano, y no tardó en morirse de hambre.

Esto lo escribió un tal Italo Calvino

la imagen está sacada de acá

martes, 19 de agosto de 2008

Politik Kills

Politik Kills
Manu Chao

politik kills politik kills politik kills
politik kills politik kills politik kills
politik kills politik kills politik kills


politik need votes
politik needs your mind
politik needs human beings
politik need lies


thats what my friend is an evidence politik is violence
what my friend is a evidence politik is violence


politik kills politik kills politik kills
politik kills politik kills politik kills


politik use drugs
politik use bombs
politik need torpedoes
politik needs blood


thats what my friend is an evidence politik is violence
what my friend is a evidence politik is violence


politik need force poltik need cries
politik need ignorance politik need lies


politik kills politik kills politik kills
politik kills politik kills politik kills
politik kills politik kills politik kills


politik kills politik kills
politik kills politik kills


politik need force poltik need cries
politik need ignorance politik need lies
politik need force poltik need cries
politik need ignorance politik need lies


politik kills politik kills
politik kills politik kills

sábado, 16 de agosto de 2008

Tristes Guerras


Tristes guerras
si no es amor la empresa.
Tristes, tristes.

Tristes armas
si no son las palabras
Tristes, tristes.

Tristes hombres
si no mueren de amores.
Tristes, tristes.

A pesar de que lo dice la Vela, esto lo escribió Miguel Hernandez

viernes, 15 de agosto de 2008

Dias de Ron


Como muchos de los otros, yo era un buscador, un revoltoso, un agitador y, a veces, un estúpido busca líos. Nunca estuve lo suficientemente ocioso como para pensar demasiado, pero de alguna manera tuve la sensación de que mis instintos eran acertados. Compartí el optimismo absurdo de que algunos de nosotros realmente progresábamos, de que habíamos tomado un camino honesto y de que los mejores inevitablemente llegaríamos a la cima.
Al mismo tiempo, compartía la negra sospecha de que la existencia que llevábamos era una causa perdida, de que éramos todos actores que se engañaban en pos de una odisea sin sentido. Y la tensión entre estos dos polos –un incansable idealismo por un lado y la sensación de inminente fracaso por el otro-era lo que me mantenía vivo.

miércoles, 13 de agosto de 2008

El guardián entre el centeno




Si de verdad les interesa lo que voy a contarles, lo primero que querrán saber es dónde nací, cómo fue todo ese rollo de mi infancia, qué hacían mis padres antes de tenerme a mí, y demás puñetas estilo David Copperfield, pero no tengo ganas de contarles nada de eso. Primero porque es una lata, y, segundo, porque a mis padres les daría un ataque si yo me pusiera aquí a hablarles de su vida privada. Para esas cosas son muy especiales, sobre todo mi padre. Son buena gente, no digo que no, pero a quisquillosos no hay quien les gane. Además, no crean que voy a contarles mi autobiografía con pelos y señales. Sólo voy a hablarles de una cosa de locos que me pasó durante las Navidades pasadas, antes de que me quedara tan débil que tuvieran que mandarme aquí a reponerme un poco. A D.B. tampoco le he contado más, y eso que es mi hermano. Vive en Hollywood. Como no está muy lejos de este antro, suele venir a verme casi todos los fines de semana. El será quien me lleve a casa cuando salga de aquí, quizá el mes próximo. Acaba de comprarse un «Jaguar», uno de esos cacharros ingleses que se ponen en las doscientas millas por hora como si nada. Cerca de cuatro mil dólares le ha costado. Ahora está forrado el tío. Antes no. Cuando vivía en casa era sólo un escritor corriente y normal. Por si no saben quién es, les diré que ha escrito
El pececillo secreto, que es un libro de cuentos fenomenal. El mejor de todos es el que se llama igual que el libro. Trata de un niño que tiene un pez y no se lo deja ver a nadie porque se lo ha comprado con su dinero. Es una historia estupenda. Ahora D.B. está en Hollywood prostituyéndose. Si hay algo que odio en el mundo es el cine. Ni me lo nombren.

Empezaré por el día en que salí de Pencey, que es un colegio que hay en Agerstown, Pennsylvania. Habrán oído hablar de él. En todo caso, seguro que han visto la propaganda. Se anuncia en miles de revistas siempre con un tío de muy buena facha montado en un caballo y saltando una valla. Como si en Pencey no se hiciera otra cosa que jugar todo el santo día al polo. Por mi parte, en todo el tiempo que estuve allí no vi un caballo ni por casualidad. Debajo de la foto del tío montando siempre dice lo mismo: «Desde 1888 moldeamos muchachos transformándolos en hombres espléndidos y de mente clara.» Tontadas. En Pencey se moldea tan poco como en cualquier otro colegio. Y allí no había un solo tío ni espléndido, ni de mente clara. Bueno, sí. Quizá dos. Eso como mucho. Y probablemente ya eran así de nacimiento.


Una novelita de Salinger

Sexy & Barrigón



Sexy & barrigón

Soy sexy y barrigón, una suma de virtudes que escasea,
Soy lo que el mundo quiera o lo que sea, soy sexy barrigón.

Soy una buena combinación, de Homero Simpson con Rolling Stone,
saco ventaja en la confusión, ya sé soy sexy y barrigón.

Aprecio el desprecio y la compasión, la procesión no siempre va por fuera,
Adentro en cada cada caramelo hoy, hay un papel y esta escrito,
Sexy y barrigón.

Te debo la tabla de lavar, soy un antiguo tipo de varón
Pero sé que te puedo hacer feliz,
Inclusive así de feo, pero sexy y barrigón.

Aprecio el desprecio y la compasión, la procesión no siempre va por fuera,
Adentro en cada cada caramelo hoy, hay un papel y está escrito,
Sexy y barrigón.

Cada uno tiene su clavo, y cada uno tiene su cruz,
cada uno tiene un lado malvado, cada uno tiene un lado.

Sexy y barrigón.

Tengo el mosquete de Dartagnan,
y una casa con diez pinos en Saigón,
Presumo en clase y tipo de gañán
Soy todo sexy y barrigón.

Cada uno tiene su clavo, cada uno tiene su cruz,
cada uno tiene un lado malvado, cada uno tiene un lado.

Un lado sexy, sexy y barrigón.

Barrigón pero sexy, barrigón pero sexy.

martes, 12 de agosto de 2008

Frases: Homero Simpson


"Si estas paredes pudieran hablar... La gente pagaría para ver mis espectaculares paredes parlantes,
y podría usar ese dinero para..."

Homero Simpson

Frases: Hunter S. Thompson


"No recomiendo el uso de drogas peligrosas, el consumo del alcohol, o la locura, pero en mi caso han funcionado"

Hunter S. Thompson

Hacia Arriba sin Alas



Estaba sentado en un taburete del 8-Count, sin pensar en nada en particular, como por ejemplo que hacia yo alli bebiendo whisky con agua. Quizá sería porque Marie se pasaba todo el día protestando porque yo quería ir a cllases de vuelo. Aunque ella siempre estaba protestando por algo. No me malinterpreten, ella era un alma mas o menos buena, pero el mundo está lleno de almas mas o menos buenas y mira donde estamos: siempre sentados en el último segundo de cada minuto. Bueno, ya se sabe. De todas formas, era tarde y yo estaba sentado junto a aquel tipo mayor que llevava un jersey de cuello vuelto naranja y pantalones cortos. De vez en cuando me miraba y sonreia, pero yo no le hacía caso. Realmente no tenía ningunas ganas de escuchar ninguna conversación tipica de barra. Qiero decir que cuando se está sentado sobre el último segundo de cada minuto, lo mejor es evitar las chorradas. El tiempo es oro ¿no?, pero aquel tipo no pudo aguantar mas. Por fin habló; y me hablo a mi.

- pareces preocupado por algo, dijo
- Asi es -contesté.
- ¿Que te pasa? -preguntó.

Lo miré. Era uno de esos tipos con los ojos realmente juntos. Uno sentía ganas de estirar el brazo y separarlos un poco.

- Quiero volar y no sé.
-Y ¿Por qué no?
-¿Que por que no?. ¡Primero tengo que ir a clase!
-Yo sé volar, dijo el viejo, y nunca he ido a clase.
Hice una señal al camarero para que me trajese otro whisky con agua y una cerveza para el viejo. Estaba bebiendo cerveza de barril. Quizá fuese eso lo que le había puesto los ojos tan juntos: la cerveza joven y barata.
- E difícil creer eso de que sabes volar y sin haber ido nunca a clase -dije.
- Puede contartelo, si quieres escucharme -suguirió.
- Supongo que no me queda otra salida ¿no? -pregunté.
Sonrió.
-Bueno -dije medio dudando- oigamos eso.

De todas formas no había ninguna mujer en el bar y no había nada en la tele excepto el nuevo presidente, sonriendo levemente, con un tic de cabeza algo demencial, que intentaba ser una buena persona, como el presidente anterior, y hablaba de algo que había salido mal pero decia que,de todas formas, ahora iba bien.

-Empezó-arrancó diciendo el viejo- cuando yo tenía alrededor de cinco años. Un sábado por la tarde yo estaba sentado en mi habitación y los otro niños estaban jugando por ahí y mis padres se habían ido ...
- ¿Y descubriste que tenías pilila?
-Oh, no, eso ocurrió mucho tiempo después. Déjame continuar, por favor ...
- Claro, claro.
- Yo estaba sentado en mi cama, mirando por la ventana hacia el patio. Mis pensamientos eran inconscientes, apenas elaborados.
- Empezaste pronto ...
- Si, eso es lo que estoy intentando contarte. Yo estaba allí sentado se poso una mosca en la mano. En la mano derecha ...
- ¿Ah, si?
- Si era una mosca particularmente fea: gorda, ignorante, hostil. Agité la mano para que se fuese. Se alzó 2 ó 3 centimetros, se puso a zumbar y entonces con un sonido realmente horrible, volvió a aterrizar en mi mano y me pico ...
- ¡No me jodas!
- Si, así fue, espante la mosca y se puso a volar por la habitación, girando y haciendo un ruido furioso y posesivo. La mano me escocia muchisimo. Yo no tenía ni idea de que la picadura de la mosca pudiese ser tan dolorosa.
- Oye -le dije al viejo-, tengo que irme a casa. Tengo una mujer como una rana que se hincha y me salta encima.
El tipo actuó como si no me hubiese oido.
- ... De todos modos, yo odiaba aquella mosca, su sorprendente falta de miedo, su arrogancia de insecto, su zumbante ignorancia ...
- Lo que necesitabas era un mata moscas
- ... Nada en absoluto para doblegarla. Para quitarla de enmedio. ¡Como odiaba a aquella mosca!. Sentia que no tenía derecho a actuar así. Yo quería matarla porque en esencia ella quería matarme a mi.
- Todo está permitido en el amor y en las moscas.
- Observé la mosca. La vi posarse en el techo, luego andar cabeza abajo. Se sentia tan segura y tan superior. Mirando aquella mosca que andaba de un lado para otro me fui poniendo cada vez mas furioso. Tenía que matar aquella mosca. En la grieta mas profunda de di mi alma senti esa terrible necesidad de destrozar aquella mosca. Empezó a temblarme todo el cuerpo, a vibrar. Entonces sentí como si mi cuerpo se cargase de electricidad y luego ¡Un fogonazo de luz blanca!
- ¡Si que te afectó aquella mosca!
- ... y entonces sentí que mi cuerpo se elevaba, se elevaba. Flote hasta el techo, mi mano salió disparada y aplastó a la mosca con la palma de mi mano. Estaba sorprendido por la velocidad de la acción. Y entonces senti, que lentamente, era devuelto al suelo y depositado allí.
- ¿Y que paso entonces, abuelo?
- Fui al cuarto de baño y me lave las manos. Después salí y me senté en la cama.
- Supongo que las moscas no habrán vuelto a meterse contigo después de eso ...
- No, no lo han hecho. Pero mientras estaba allí setado en la cama, intenté volar otra vez y no pude. Lo intenté una y otra vez y no pude.
- ¿No será que necesitas una picadura de mosca para que se te encienda el cohete?
- Intenté volar una y otra vez, me esforcé todo lo que pude, pero no hubo caso. Yo sentí que había pasado realmente, pero después de un rato empecé a pensar que quizá lo había imaginado, que quizá había enloquecido durante unos momentos.
- ¿Y como te sientes ahora mismo?
- Oh, estoy muy bien e insisto en invitarte a otra copa.
¿Otra copa?. Pensé en aquello. La primera no la había pagado él. Pero tal vez era cuestión de semantica.
- Muy bien -dije.

Asi que llegaron las bebidas y nos quedamos allí sentados, sin hablar. Una vez conocí a un tipo en un bar que afirmaba que se comía su propia carne, así que de las charlas en general aceptaba bastante y descartaba bastante.
Entonces el viejo empezó otra vez.

- Bueno, después de un cierto tiempo me olvidé de todo el asunto, pero entonces volvió a pasar.
- ¿Te picó otra mosca?.
- No, era el último curso en el colegio, en Ohio. Yo era defensa izquierdo reserva. Era el último partido de la temporada y yo estaba allí porque el chico que jugaba de titular estaba lesionado. Pero había algo importante, jugabamos contra nuestro mas odiados rivales, unos mamones ricos de la parte bien de la ciudad. O sea, que eran unos verdaderosa chulos. En serio. Vencerlos era mas importante para nosotros que ligar, y eso que nunca o muy rara vez ligábamos porque aquellos ricachones siempre andaban follandose a nuestras chicas.Vencerlos en el campo de juego era la única forma en que podíamos tomarnos la revancha. Soñabamos con eso noche y día. Significaba todo.
Bueno, pensé, ahora pasaremos de odiar a las moscas a odiar a los seres humanos. Ambos son difíciles de soportar.
- El partido estaba en su momento clave, perdiamos por 21 a 16 y quedaban y quedaban sólo 30 segundos y ellos estaban a 12 metros de nuestra línea de meta. Podían ganarnos sin arriesgarse, haciendo tiempo, pero lo que querían era incordiar. No les bastaba con follarse a nuestras chicas, querían además marcarnos otro tanto.
- Demasiado.
- Si, así que el quarterback retrocede para tirar, es un verdadero capullo, tiene un cadillac amarillo, entonces lanza el balón haciendo una espiral, uno de nuestros defensas lo toca con la punta de los dedos en la línea de meta y el balón sale volando en el momento en que pitan el final del partido. Yo estaba en el area de meta porque me habían empujado y me había caído de culo, y cuando me estoy levantando veo el balón venir hacia mi. Lo cojo y empiezó a correr. Estoy totalmente rodeado por los chulos. Comienzan a encerrarme. No puedo hacer nada. Vienen hacia mi. Todos esos chicos que han estado metiendosela a nuestras chicas. Me invade una furia cegadora. En el momento que saltan para aplastarme con un placaje masivo, empiezo a sentir que ¡me estoy elevando¡, ¡estoy suspendido en el aire!. Tengo el balón y vuelo hacia su linea de meta. Aterrizó en su meta y ¡Ganamos el partido!.
- Tengo que decirte algo, -le dije al viejo-. Eres el mayor embustero que he conocido en mi vida.
- No te estoy mintiendo.
- Venga ya -dije.-. No he oido nunca hablar de eso. Ni yo ni nadie. Hubiese salido en todos los periodicos. ¡Se hubiese sabido en todo el mundo!.
- Ocurrió en una ciudad muy pequeñita. Lo ocultaron. Lo silenciaron, lo enterraron para siempre. Sobornaron a la gente.
- Nadie podría tapar una cosa así.
El viejo señalo con la cabeza hacia un reservado. Nos acercamos y nos sentamos. Era mi turno de pagar las bebidas. Le hice una seña al camarero.
- Dos mas. -le dije cuando se acercó-, para cada uno.
El viejo no habló hasta que llegaron los vasos y el camarero regresó a la barra.
- El gobierno -dijó, alzando una de aquellas horribles cervezas jovenes y bebiendose casi todo el vaso-. Fue el gobierno.
- ¿Ah, si?
- Querían el secreto, pero yo no lo tenía. Nos hubiera proporcionado el arma secreta mas poderosa de todos los tiempos. Una casi imbencible. Me ometieron a un terrible interrogatorio, interminable, pero yo, sencillamente no lo sabía. Mientras tant, se ocultó todo sobre el partido de futbol. No sé como influiría en la vida de las trescientas ó cuatrocientas personas que lo presenciaron, pero supongo que es algo que recordaran hasta el día de su muerte.

Vacie mi primer vaso.

- ¿Sabes, abuelo, que lo que me cuentas suena convincente?. Estoy a punto de creerte.
- No tienes que hacerlo. -respondió-. Es solo porque has mencionado eso de que querías volar. Ya llevo algunas copas encima y eso me ha hecho recordar.
- Está bien -dije-, pero sigo queriendo volar.
- Yo puedo enseñarte, -dijo el viejo, inclinandose hacia adelante-. Al final lo descubrí.
- Sabes una cosa -dije- no pienso pagar por eso.
- Es gratis.
- Muy bien -dije-, enseñame.
Me miró por encima de su cerveza con aquellos ojos.
- Antes de nada, tienes que creer.
- Eso es difícil.
- A veces. Y después, cuando ya estes listo para volar, tienes que hacer esto, mirame las manos. Haz esto.
- ¿Esto?
- Muy bien. Ahora coje aire y pon los ojos en blanco. Entonces piensa en lo peor que te ha pasado en toda tu vida.
- Hay tantas cosas ...
- Ya lo sé, pero elige la peor.
- Vale, ya lo tengo.
- Ahora di SOLZIMER y te ¡elevarás!
- SOLZIMER -dije.
Segui allí sentado.
- Eh, abuelo, no pasa nada.
- Pasará, pero lleva un poco de tiempo y práctica.
- Oye, abuelo, ¿cómo te llamas?.
- Benny.
- Bueno Benny, yo soy Hank. Y tengo que decirte que hacia mucho tiempo que no oía una mentira tan bien contada. O estás loco de verdad o eres el gracioso número uno de todos los tiempos.
- Encantado de conocerte, Hank. Pero ahora tengo que irme. Soy conductor de autobuses, es mi último año y tengo que hacer el recorrido de las 6.30 de la mañana, así que para mi es tarde.
- Yo no tengo trabajo, Benny, pero me voy a beber la última copa a casa, así que saldré contigo.

Fuera hacía una noche bastante bonita, la luna llena con la niebla que iba cayendo. Las prostitutas se la mamaban a tipos en coches aparcados y en callejones. Mi habitación estaba justo a la vuelta de la esquina, un policia enorme, surgió de la niebla. ¡Lo que faltaba! y pareciá como si le viniesemos bien.

- Eh, vosotros, chicos, parece que no teneis mucha estabilidad, -dijo-. Creo que lo mejor será que vengais los dos conmigo hasta que os sequeis. ¿Qué os parece?.
-SOLZIMER -dijo Benny- y comenzó a elevarse.
Flotó hacia arriba, justo frente al policía, siguió elevandose y paso por encima del Bank of America. Después se alejó velozmente.
- Me cago en ... -susurro el policía-, ¿has visto eso?
-SOLZIMER-dije.

No pasó nada.

- Oye -me pregunto el enorme policía-. ¿Tu no estabas con un tipo?.
-SOLZIMER- dije.
- Muy bien -dijo- acabo de ver ese tal Solzimer despegando rumbo al espacio. ¿No lo has visto?.
- Yo no visto nada.
- Muy bien, ¿Como te llamas?.
- SOLZIMER -dije.

Y entonces empezó a pasar. Sentí que me estaba elevando, ¡Elevando!

- ¡Eh! ¡Vuelve aquí! -grito el policía.

Yo seguía subiendo. Era maravilloso. Yo también pasé por encima del edificio del Bank of America. El viejo no me habia mentido, aunque sus ojos estuviesen demasiado juntos. Allí arriba hacía un poco de frío. Pero seguí flotando. Cuando le contase a los chicos lo de esta noche, lo que le había pasado a este borracho, no me creerían. Que mierda. Viré empicado hacia la izquierda y sobrevole la autopista del puerto, solo para comprobar el funcionamiento. Parecia lento, pero de todos modos yo estaba muy satisfecho de la vida en general.

Lo escribió Buk, en Hijo de Satanás.

jueves, 7 de agosto de 2008

El revolcador


La polla records - Bajo presión


Me revuelco en mi miseria
y porque en el fondo yo soy un sentimental
Niña más bajo no puedo caer
cómo me gusta ser un perdedor
me encuentro suelto en esta situación... de víctima
Me revuelco a gusto en mi desgracia,
un chico tan listo, no me lo puedo creer!
Ni me das frío, ni me das calor
y si eres buen amigo lárgate!
En el infierno ya os recordaré
que os joda Lucifer
Uburu
Bellas mujeres, no lo intento más
Me voy, que tengo el water inundao
Cordial saludo, desde América
cortamos conexión

A pesar de que no me conoce, Evaristo me lo escribió para mi

miércoles, 6 de agosto de 2008

Rayuela


Capitulo 7

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.


Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.


Esto lo escribió el tio Julio

Dios de la nada

Bulerías(1984)

Guitarras: Paco de Lucía y Tomatito


Tengo en vez de un corazón

no sé cuantos corazones,

tengo en vez de un corazón

en el pecho lo que soy.

Y todos me piden amor

y a uno a uno se lo doy.

Dios de la nada,

fuera del espino,

prepárame un laíto,

pa que yo pueda llevar

al que allí quiera mi sitio.

Dulce Ana,

que me está haciendo volar,

te doy la vía

y la muerte que me das,

reforzaré las venas con mi piel

tengo mi sangre

en las venas carga.

Solo, me encuentro mu solo,

cuando me miro al espejo

ya no sé ni lo que digo.

Vivo con el pensamiento

sin un amigo.

Solo palabras que se llevó el viento,

vuelvo a cantarle al mundo que yo siento.

Vuelvo a vivir con mis alegrías

sin olvíar que yo vivo sufriendo.

Salí de la tierra, nací de tu vientre,

mare Juana, que me quitan la vía,

sólo quieren mi muerte.

Dulce Ana…


Si lo dice el Camarón...